Hubo un tiempo en mi vida en el que sentí que estaba en la completa monotonía, que estaba aburrida del tráfico de mi ciudad natal Bogotá – Colombia, de la congestión, de la polución, de gastar horas de mi valioso tiempo en el transporte público para llegar a mi lugar de destino y luego volver a casa cansada de todo. Son esos instantes en los que te pones a soñar y te pones a explorar el mundo a través de la pantalla de tu teléfono buscando que tu mente se escape de la realidad. Y es así como entre una y otra, vi una imagen hermosa, de esas que te transportan, que con sus afrodisiacas playas y su mar color esmeralda y turquesa, te atrapan por completo, es así como supe por primera vez de “El Nido Resorts”
Llámalo destino o coincidencia, pero al averiguar más de este lugar, supe que tenían un departamento ambiental, que luchaba por preservar intacto el “pequeño” pedacito de paraíso que tenían. Al ser yo ingeniera ambiental, no me pude emocionar más, sentía que quería que ese fuera mi próximo destino y así era como me veía trabajando, haciendo lo que me gustaba en un lugar que yo consideraba lo tenía todo. Me arriesgué, dije ¿por qué no? así que los contacté, comentándoles que quería estar allí adquiriendo conocimientos, aportando con mi profesión y hasta que después de mucha constancia y persistencia, lo logré, me aceptaron y me pude embarcar en esta aventura siendo “Environmental Officer Intern”.
A todos nos da miedo salir de nuestra zona de confort, alejarnos de la familia y más atravesando el mundo sin saber que deparará el destino, pero como dicen; es donde ocurre la magia. Con muchas expectativas y muchos sueños, me monté en el avión, dejando medio corazón en Colombia con mis seres queridos, sintiendo que en esta vida sólo estás tú y serás siempre tu compañía incondicional. Finalmente llegué, al principio no lo podía creer, por fin estaba pisando la fina arena y estaba viendo directamente el mar que por tanto tiempo vi sólo por imágenes, por fin estaba en El nido, después de una infinidad de horas de vuelo, todo valió la pena porque es mucho mejor de lo que imaginé, es un claro ejemplo de cómo el hombre puede convivir con la naturaleza sin necesidad de agredirla y más bien respetarla.
Cuando viajas al exterior, siempre temes por el choque cultural que puedas tener, sabía que siendo un país tan lejano al mío, iba a tener una gran diferencia, pero lo primero que me sorprendió, fue lo parecidos que somos, podría decir que los filipinos son “los latinos de Asia”, siempre mostrándote una sonrisa sincera, preocupándose por tu bienestar y con su extrema amabilidad, hacen que el ”home sick” se sienta menos, comienzan siendo tus compañeros de trabajo, se vuelven tus amigos y rápidamente tu gran familia. A partir de esto, he podido tener un gran desarrollo profesional, son personas que valoran tu trabajo, tu opinión y siempre están dispuestos a escuchar tus recomendaciones, buscando un bien común.
A medida que vas cumpliendo edad para cubrir tus propias responsabilidades, se te va diciendo como debes vivir la vida para ser “exitoso”; estudiar para trabajar, trabajar hasta el cansancio para ganar dinero, vestirte elegante y cumplir un horario; todo esto para que algunos días al año puedas tener un descanso y luego volver a lo mismo hasta jubilarte. Alguna vez me tomaron de “floja” por no querer encajar en estos esquemas, que estaba loca y se reían porque no me “gustaba trabajar duro” yo sólo sentía que no quería estar así por el resto de mis días, que el mundo está listo para que lo explores, para que tengas aventuras, para que des tu aporte a él, que la vida no es sólo sobrevivir como el sistema quiere que lo hagas, que la vida se debe ¡VIVIR! Que el presente es un regalo que se te otorga diariamente y lo debes agradecer y aprovechar cada segundo y aquí tengo lo que buscaba, estoy en el lugar más lindo del mundo, trabajando en lo que me apasiona, disfrutando lo que hago. ¿quién podría decir esto?, solo aquellos que se arriesgan por buscar lo que quieren, que se desapegan de aquellas cosas materiales que llenan de momento, allí cuando comienzas a ver como tu felicidad se encuentra en las pequeñas cosas, en una puesta de sol, o en un momento de compartir risas con compañeros que ni hablan tu mismo idioma o cuando te sorprendes de ver algo nuevo que jamás habías visto antes o le das a tu paladar el gusto de probar nuevos sabores y texturas.
Y ¿cómo no agradecer el conocimiento adquirido? Siendo Environmental Officer Intern, puedo decir que he aprendido mucho más que estando en un salón de clases, aquí es donde das el todo por el todo y tienes que ser muy recursiva (desde educar, capacitar, saber de hospitalidad para hablar con los huéspedes, rescate de fauna e incluso hasta enseñar a bailar zumba!), también, he aprendido mucho más de lo que encierra la palabra conservación y toda la gran biodiversidad y riqueza que tiene este lugar; puedo decir que ahora conozco muchas más especies de peces, aves y corales aquí que en mi país, el por qué y para qué ellos están allí cumpliendo su función y logrando un balance, un equilibrio.
En resumen, solo puedo decir que la experiencia en El Nido Resorts me ha cambiado por completo y que divide mi vida en dos. A todos los que pueda alcanzar con este artículo, espero ser un impulso para que sigan sus sueños, busquen oportunidades en sus campos, que el único límite está en sus mentes y que por más difícil que parezca todo, siempre hay que buscar la manera para salir adelante.
Hermosa!!! Me encanta que lo vivas así. Me encanta que vivas así. Que vivas!
Estoy orgullosa de vos. Que te animes y cumplas tus sueños!
Te quiero muchooooooo!!!
Eres la mejor de las mejores… Me siento muy orgullosa de ti y que estés cumpliendo tus sueños y sé que mil cosas buenas te esperan en este camino
I love u folsk
OW! realmente que maravilloso es todo lo que cuentas, y también es que puedas demostrarle a todos que querer ser feliz aun fuera de lo “normal” es lo mejor que puedes hacer para amar tu vida.